8.5.08

LA CASA I

Hace ya más de cinco años que vivo aqui, y jamás he sentido lo que sentí ayer por la tarde...

En el año 2003 pensé que la mejor forma de rehacer mi vida era yéndome a un pueblecito tranquilo a disfrutar de otras cosas que hasta entonces la urbe no me había ofrecido.

Tras un fracaso emocional bastante fuerte, no me quedaron ganas de vivir, todo lo que había a mi alrededor estaba ya desgastado, no había forma de sacarle el jugo que merece la vida. Me costó mucho hacerme a la idea de que tenía que romper con todo aquello de raíz...no me quería resignar a echar a perder todo lo que tantos años me costó construir.

Pero la vida a veces te pone a prueba, hasta el punto que lo mejor es plantearse empezar de antes de cero.

Dejé mi trabajo, llevaba 7 años trabajando allí. No es que fuese el trabajo de mis sueños, pero por lo menos se acercaba bastante. Para una diseñadora gráfica que no encontraba su lugar en la creatividad laboral, despues de tantos desengaños, era suficiente trabajar en una imprenta maquetando las ideas de otros.

Muchas veces me planteé porqué la vida es tan injusta, porqué si yo tenía ganas de aprender y de plasmar la multitud de ideas que se me pasaban por la mente cada dia, había otros que desempeñaban el trabajo sin ilusión...pero estaba claro, eran los hijos del jefe.

Total, que tras siete años de trabajo duro y sin reconocimiento alguno, mi vida da un giro de 360 grados por sorpresa, y debo plantearme mandarlo todo al garete. La verdad es que cobraba un buen sueldo en aquella imprenta, ya que trabajábamos a nivel internacional, haciendo campañas para las mejores empresas del mundo. Eso es lo que más me fastidió, pero, mirandolo bien, se me quedaba un buen paro de todas formas.

Ahora ya no tendría que pagar comida para dos, hipoteca para dos, dos coches, impuestos, etc.

Él era fotógrafo, y trabajaba de freelance. Es conocido que es un trabajo duro y poco remunerado, en el que te pasas más meses sin poder comer, de lo que nos gustaría.

Vivíamos en un pequeño piso en la parte nueva del centro de la ciudad...vamos....una pasta de hipoteca!! a la que muchos meses debía hacerme cargo yo solita, claro está. Cuando nos fuimos a vivir juntos, él se empeñó en esa zona, yo me pillaba muchos cabreos porque a mi no me hacía falta vivir en una zona tan "chic"...pero él estaba convencido que eso nos daba status a la hora de reunirnos con clientes o a la hora de que los clientes se remitieran a él...bobadas!

Así fuimos, a duras penas, durante varios años, llenos de discusiones en las que yo tiraba del carro demasiado a menudo. Pero estaba tan colgada de él...

Un año antes de separarnos, él encontró trabajo en una revista muy importante, como fotógrafo principal. Debido a ello, tenía que viajar muy a menudo con su compañera "la reportera". Viajaron a África, a Australia, a la Patagonia, Egipto, Caribe, Buenos Aires, Brasil, Venezuela, Noruega....en fin! a cantidad de sitios maravillosos a los que yo tan solo soñaba por las noches.

Yo no había salido jamás de mi país! Un verano nos fuimos al norte, y nos pasamos todo el viaje discutiendo: "que si vamos a dar un paseo", "vete tú que yo estoy cansado", "pues me voy yo sola", "pues vete"...

Fríamente lo pienso bien y este tio era un cerdo!

El amor es ciego...me dejó él, me dijo que se había enamorado de alguien que no era yo, efectivamente, de la reportera!

Cuando me lo dijo me puse como loca, no podía creerme lo que me estaba pasando, tantos años aguantando los caprichos y los desprecios de un tio que ahora me dejaba colgada por una con las tetas operadas bastante más grandes que las mias naturales!! Ésto es un asco!

Vendimos nuestro pisito, yo le había cogido cariño incluso, pero la verdad es que nos dieron una buena pasta por él. Yo me quedé el coche, él se quedó varias cosas de valor...la separación fue bastante neutra, es decir, como si nunca hubiésemos estado juntos. Qué lástima!

Así que decidí dar un giro radical a mi vida! No podía estar más viviendo de alquiler, sin ilusión por nada, sin querer salir a la calle, sin querer conocer gente...

Me costó varios meses hacerme a la idea, mis padres no vieron del todo lógico el cambio, pero es mi vida y yo soy la que la tiene que vivir.

La empresa para la que trabajaba me dió un mes de vacaciones y unos cuantos dias más que me correspondían, asi que aproveché para irme de viaje. Decidí no irme a vivir demasiado lejos de mis padres, asi que elegí una sierra a unos cuarenta minutos de la capital.

Lo que tenía claro era que me iba a buscar una pequeña casita independiente, con un pequeño y modesto jardín para cultivar algunas hortalizas y donde poner muchas flores. Estuve buscando durante varios dias, y por fin, la encontré.

Era una casita al borde del rio, los vecinos más cercanos distaban de unos 100 metros poco más o menos, no estaba sola, pero si algo apartada. Por el dia era un lugar precioso, por la noche era menos acogedor, pero imaginé que eso ocurriría en cualquier casita de monte.

El pueblo estaba a tan solo unos 3 minutos en coche y unos 10 minutos paseando. El pueblecillo no era muy grande, pero tenía incluso un supermercado bastante grande y conocido. Habían tiendas de ropa, de electrodomésticos, y todos los servicios que pudiese necesitar.

Mi casa estaba bastante vieja cuando la compré, necesitaba alguna reforma, asi que no perdí más tiempo y empecé a buscar a gente que me la pusiera a punto para poder vivir. Tan solo tenia unas 3 semanas para venirme, pero si fuera un poco más no pasaria nada.

La entrada a la casita se hacía por el jardín, todo él rodeado por una valla de hierro forjado que estaba para pintar. El jardín era algo más grande que la casa, pero era perfecto, aunque estaba para limpiar y volver a plantar, ya que los años lo habían llenado de hierbajos que habían crecido y casi no permitían ver la casa. Habían algunos árboles ya bastante grandes. En la parte izquierda del jardín, tres arbolillos juntos formaban una zona de descanso con sombra genial para épocas de calor. El resto estaba todo perdido. La casa estaba en medio de la parcela, pero todo el jardín estaba situado en la parte anterior, en la posterior tan solo había un lavadero y una especie de caseta para animales.

La casita tenía dos pisos, aunque estaba preparada para hacer vida en la planta baja. La entrada daba directamente a un comedor no muy grande pero con chimenea. La cocina estaba junto al comedor y al lado de ésta había un pequeño cuarto de baño con ducha. A mano derecha había una habitación y las escaleras para subir al piso de arriba, abuhardillado, en el que tan solo habían dos habitáculos, a la izquierda otra habitación, y a la derecha lo que parecía un almacén. La habitación de la izquiera tenía chimenea: en cuanto la ví tuve claro dónde dormiría.

Continuará...

3 comentarios:

songbird dijo...

Me has dejado muy intrigada de como acabara la historia.....

songbird dijo...

Me has dejado muy intrigada de como acabara la historia.....

Jose Manuel Real dijo...

La verdad es que es una historia muy de película. Es muy bonita, y oye, todo un mérito que hayas podido hacer lo que querías en su momento.

No todos tenemos esa oportunidad.

Un saludo!